Uno de los grandes escritores de todos los tiempos es el ruso Antón Pávlovich Chéjov (1860-1904). Por sus fechas de nacimiento y muerte puedes ver que solo vivió 44 años.
Como tantos médicos de ahora, arriesgó su vida por salvar a otros. Atendió gratuitamente a personas que no tenían para pagar a un médico. Y terminó muriendo de la enfermedad que había contraído de sus pacientes, la tuberculosis.
Chéjov es recordado por su teatro y por sus cuentos, verdaderas joyas cargadas de humanidad. Hoy te propongo un ejercicio de empatía: la lectura completa de uno de sus cuentos. Se llama “La tristeza“. Para que puedas sumergirte en él imagínate en medio de la nieve en una ciudad rusa. Estamos en una época en la que la gente viaja en coches de caballos.
Como actividad de lectura puedes enviar a esta entrada un texto que explique (no palabras sueltas): 1) qué has sentido al leerlo, 2) si te ha emocionado en algún momento (cuándo) y 3) si alguno de los personajes o situaciones te ha recordado a alguien o algo que tú hayas conocido.

Alfred Kowalski-Wierusz. Carruaje en la nieve