Lírica renacentista y barroca

I. Lírica renacentista

En Granada, en 1526, tuvo lugar un encuentro que cambió la trayectoria de la poesía española. El cortesano Juan Boscán se encuentra con el embajador de Venecia, que le invita a imitar las formas y temas de la poesía italiana del momento. Italia era el foco cultural más importante de la época. PDF.

Tres conceptos básicos de la poesía religiosa (que destacó en la segunda mitad del XVI):

  • ASCÉTICA
  • MÍSTICA
  • INEFABLE

Dos figuras de alcance internacional: Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Fíjate en los rasgos del lenguaje de la mística y aplícalos para comprender uno de sus textos:

  1. Estrofa.
  2. Petrarquismo.
  3. Figuras literarias:
  • símbolo (signo que representa otra cosa por convención cultural: paloma=paz).
  • paradoja (expresión aparentemente contradictoria: «Vivo sin vivir»).
  • oxímoron (sintagma de dos términos contrarios «música callada»).

 

II. Lírica barroca

Esta imagen (en archivo pdf aquí también: POESÍASIGLODEORO) puede ayudarte a entender lo fundamental de la poesía barroca.

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Los poetas barrocos son poetas de extremos: capaces de lo más popular y sencillo (como esta famosa letrilla de Góngora) y de lo más rebuscado y culto.

Aquí puedes imaginar a Quevedo en su ambiente: secuencia de la película Alatriste (2006), de Agustín Díaz Yanes.

Aunque los expertos dicen hoy que no fue tanto la enemistad entre Quevedo y Góngora, este vídeo te puede ayudar a recordar sus disputas. Aquí hay una buena recopilación de textos: el arte de insultar.

Así se han imaginado a Lope de Vega en la película Lope recitando uno de sus más famosos poemas. Y aquí su famoso soneto sobre el soneto. Este fragmento muestra su pasión por el teatro y cómo eran los escenarios del llamado teatro barroco.

 

III. Métrica

LIRA

Lira y etapas del Renacimiento (Dropbox). PDF: lira-etapasren

SONETO

La forma métrica culta que más éxito tuvo en el Renacimiento es el soneto. Varios autores han escrito sonetos sobre el propio arte de hacer un soneto. El más conocido, Lope de Vega:

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante,
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.

 

Siglos después, el colombiano Ricardo Carrasquillo jugó con la forma soneto como se explica aquí.

Pero antes, el renacentista Baltasar del Alcázar (autor de poemas como este) había escrito este otro:

Yo acuerdo revelaros un secreto
en un soneto, Inés, bella enemiga;
mas, por buen orden que yo en esto siga,
no podrá ser en el primer cuarteto.

Venidos al segundo, yo os prometo
que no se ha de pasar sin que os lo diga;
mas estoy hecho, Inés, una hormiga:
que van fuera ocho versos del soneto.

Pues ved, Inés, qué ordena el duro hado:
que teniendo el soneto ya en la boca
y el modo de decillo preparado,

conté los versos todos y he hallado
que, por la cuenta que a un soneto toca,
ya este soneto, Inés, es acabado.


Y ya en el siglo XX, Manuel Machado utiliza el soneto para mostrar el paso de la vida.

Cabe la vida entera en un soneto
empezado con lánguido descuido;
y apenas iniciado, ya se ha ido
la infancia, imagen del primer cuarteto.

Viene la juventud, con el secreto
de la vida, que pasa inadvertido,
y que se va también, que ya se ha ido,
antes de entrar en el primer terceto.

Maduros, a mirar a ayer tornamos
añorantes y, ansiosos, a mañana…;
y así el primer terceto malgastamos.

Y cuando en el terceto último entramos,
es para ver, con experiencia vana,
que se nos va el soneto… ¡y que nos vamos!

Pero cuando logramos
tal vez del Arte el mágico secreto,
si la vida se va, queda el soneto.

Manuel Machado
(Sevilla y otros Poemas, 1921)

 

IV. Novelas renacentistas

PDF: Narrativa renacentista

Presentación en formato Open Office.

 

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