Situar un texto. Galdós

Corrala madrileña, 1976Corrala madrileña en 1976 (la descrita aquí por Galdós podría ser similar, sin las antenas en los tejados). Foto tomada de http://urbancidades.wordpress.com/2008/09/29/una-corrala-de-cine/

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Jacinta, guiada por Guillermina, acude a una barriada pobre en busca del hijo ilegítimo de su esposo.

«Aquí es» dijo Guillermina, después de andar un trecho por la calle del Bastero y de doblar una esquina. No tardaron en encontrarse dentro de un patio cuadrilongo. Jacinta miró hacia arriba y vio dos filas de corredores con antepechos de fábrica y pilastrones de madera pintada de ocre, mucha ropa tendida, mucho refajo amarillo, mucha zalea puesta a secar, y oyó un zumbido como de enjambre. En el patio, que era casi todo de tierra, empedrado sólo a trechos, había chiquillos de ambos sexos y de diferentes edades. Una zagalona tenía en la cabeza toquilla roja con agujeros, o con orificios, como diría Aparisi; otra, toquilla blanca, y otra estaba con las greñas al aire. Esta llevaba zapatillas de orillo, y aquella botitas finas de caña blanca, pero ajadas ya y con el tacón torcido. Los chicos eran de diversos tipos. Estaba el que va para la escuela con su cartera de estudio, y el pillete descalzo que no hace más que vagar. Por el vestido se diferenciaban poco, y menos aún por el lenguaje, que era duro y con inflexiones dejosas.

«Chicooo… mia este… Que te rompo la cara… ¿sabeees…?».

–¿Ves esa farolona? –dijo Guillermina a su amiga–, es una de las hijas de Ido… Esa, esa que está dando brincos como un saltamontes… ¡Eh!, chiquilla… No oyen… venid acá.

Todos los chicos, varones y hembras, se pusieron a mirar a las dos señoras, y callaban entre burlones y respetuosos, sin atreverse a acercarse. Las que se acercaban paso a paso eran seis u ocho palomas pardas, con reflejos irisados en el cuello; lindísimas, gordas. Venían muy confiadas meneando el cuerpo como las chulas, picoteando en el suelo lo que encontraban, y eran tan mansas, que llegaron sin asustarse hasta muy cerca de las señoras. De pronto levantaron el vuelo y se plantaron en el tejado. En algunas puertas había mujeres que sacaban esteras a que se orearan, y sillas y mesas. Por otras salía como una humareda: era el polvo del barrido. Había vecinas que se estaban peinando las trenzas negras y aceitosas, o las guedejas rubias, y tenían todo aquel matorral echado sobre la cara como un velo. Otras salían arrastrando zapatos en chancleta por aquellos empedrados de Dios, y al ver a las forasteras corrían a sus guaridas a llamar a otras vecinas, y la noticia cundía, y aparecían por las enrejadas ventanas cabezas peinadas o a medio peinar.

«¡Eh!, chiquillos, venid acá» repitió Guillermina;  y se fueron acercando escalonados por secciones, como cuando se va a dar un ataque. Algunos, más resueltos, las manos a la espalda, miraron a las dos damas del modo más insolente. Pero uno de ellos, que sin duda tenía instintos de caballero, se quitó de la cabeza un andrajo que hacía el papel de gorra y les preguntó que a quién buscaban.

Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta, Parte primera, IX. 

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 Actividades para 4º ESO

1.     Sitúa este texto: género, siglo, movimiento literario. Autor y obra.

2.     Explica qué características propias de su movimiento presenta.

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RECUERDA

  • Redacta las respuestas: sujeto+verbo+complementos. No contestes con palabras sueltas.
  • Cada idea que defiendas, apóyala con una razón o con un ejemplo (mejor con ambos).
  • Escribe con claridad (visual y de contenido), léxico preciso y sencillez.

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RESPUESTAS

1. Este texto pertenece al género narrativo (cuenta una historia). En concreto, al subgénero novela (narración extensa y compleja).

Fue escrito en la segunda mitad del siglo XIX en el movimiento denominado Realismo, basado en la observación y reflejo de la realidad contemporánea. Esta novela suele encuadrarse también en el Naturalismo, que es una derivación del Realismo: refleja realidades sórdidas y da gran importancia al ambiente, que condiciona la conducta de los personajes.

Este texto está extraído de la novela Fortunata y Jacinta. Su autor es Benito Pérez Galdós. Corresponde a una segunda etapa de su obra: las novelas contemporáneas.

2. Aunque no se perciba claramente en el texto, son rasgos propios del Realismo: la importancia otorgada a la ciencia (el escritor actúa como periodista o científico que observa y da cuenta de la realidad); la actitud crítica del escritor, que pertenece a la burguesía que retrata; su método de creación, basado en la observación y la documentación.

Directamente en el texto se pueden apreciar rasgos propios del Realismo como:

·       El tema es la realidad contemporánea: dos señoras entran en un patio de viviendas humildes. Se pone ante los ojos del lector el encuentro entre burguesía y «cuarto estado» (lo que evidencia la desigualdad social del mundo descrito).

·       El lenguaje es objetivo. En vez de hablar del yo del narrador (frecuente en los románticos), muestra la realidad externa. Incluye descripciones detalladas (el “patio cuadrilongo”…) y refleja el habla real (“Chicooo… mia este… Que te rompo la cara… ¿sabeees…?”).

·       Los personajes que aparecen son burgueses (las “dos damas”) y del pueblo llano (vecinas que limpian, niños descalzos…). Más que destacar a un solo protagonista, parece más importante el retrato colectivo de una sociedad.

·       El género empleado, la novela, es el predilecto de los autores realistas porque permite mostrar la complejidad de las relaciones humanas.

·       El narrador es externo y omnisciente. Aquí es, sobre todo, un observador externo, pero se intuye que lo sabe todo (interior y exterior) de los personajes: “Estaba el que va para la escuela con su cartera de estudio, y el pillete descalzo que no hace más que vagar”.

·       El espacio es un espacio real (se menciona la C/ Bastero, Madrid) que refleja el ambiente de lo que el propio Galdós llama el «cuarto estado». No aparece aquí, pero sabemos que es el territorio de Fortunata (abierto, inseguro y miserable) frente al propio de Jacinta (el hogar burgués: cerrado, seguro y acomodado). En esta novela y en otras del Realismo, la ciudad (Madrid) se convierte en protagonista.

Material complementario

  • Las etapas de Galdós están muy claramente explicadas aquí.
  • Cuadro comparativo Romanticismo y Realismo (visto en clase)
    Cuadro comparativo Romanticismo y Realismo
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