Uno puede llegar a hacer cosas interesantes porque ha tenido a grandes maestros. Uno de mis grandes es Luis Landero. Y otra es Lourdes Domenech. En su blog A pie de aula, Lourdes proponía hace poco una motivadora actividad para la clase de lengua con su relato de una “primera vez”.
Por si alguien encuentra útil completar la actividad de Lourdes con algún ejemplo más (además de los que ella cita), puede resultar estimulante la lectura de este fragmento de la última novela de Luis Landero. (Una lectura dramatizada que juegue con la ambigüedad quizá sea su mejor formato).
Una primera vez, por Luis Landero
Y, por cierto. Al relacionar el amor y el comercio se me ha venido a la memoria algo que me ocurrió la mañana del 2 de enero de 2002. Fue mi primera transacción en euros. Para la cajera del supermercado era también su primera experiencia. Había un nerviosismo placentero por parte de los dos. Aquella mujer -de mediana edad, vestida malamente con una bata azul, siempre fea y antipática- aquel día sonreía como una niña y al sonreír el rostro se le iluminaba de tal modo que transparentaba una capa hasta entonces oculta de encanto, de belleza, de erotismo, yo diría que hasta de lascivia. Tenía desplegadas ante sí las piezas del nuevo puzle monetario. Yo le di un billete de veinte. Ella emitió un gritito. Dijo: «Quizá sea un billete demasiado grande para alguien inexperta como yo». Yo le dije: «Tranquila, serénate, no tengas prisa, ya verás como nos sale bien». «Es que estoy muy nerviosa», dijo ella. «Es la primera vez.» «También yo», le dije. Al recibir el cambio, retuve sus manos y la miré intensamente a los ojos. «¿Cómo te llamas?» «Charo.»
«¿A qué hora sales de trabajar?» Apenas tenía aire para hablar: «A las ocho».
Y esa tarde, a las ocho en punto, allí estaba yo esperándola, con unas flores en metálico para negociar la nueva transacción que el azar, y el lenguaje, nos habían concedido.
Luis Landero, Retrato del hombre inmaduro. Barcelona: Tusquets, 2009, p. 57.
[Esta entrada fue publicada también por Jac originalmente en el blog Asombra2.]